martes, 29 de octubre de 2013

Fundamentalismo, pluralismo religioso, Liberación

Espiritualidad y Religión / 5

HayaFundamentalismo, Pluralismo religioso, Liberación.

En esta quinta entrega del curso Gonzalo nos invita a no hablar de una manera general y abstracta deReligión, sino de las formas concretas como se vive.
Para recibir el material completo hay que inscribirse en el Curso entrando en CURSO-TALLER ESPIRITUALIDAD Y RELIGIÓN.
En cualquier caso la matrícula es gratuita
La religión, precisamente por ser una socialización de la espiritualidad, reacciona ante las tensiones de la sociedad. En esta Unidad y en la siguiente, vamos a tratar las que actualmente pueden ser más significativas.
  • Fundamentalismo
Este término puede tener un sentido positivo si se refiere a volver al verdadero fundamento, al espíritu inicial de cualquier institución. Ha prevalecido el sentido negativo porque se ha pretendido volver no al espíritu sino a la letra en que se plasmó inicialmente ese movimiento sin tener en cuenta la evolución cultural y social.
En España el concepto de fundamentalismo se ha asociado lamentablemente con el fundamentalismo islámico. Su origen sin embargo es el libro publicado por los teólogos protestantes de la Universidad de Princeton “The Fundamentals. A Testimony to the Truth” (1909-1915).
Esta tendencia antropológica y social, que manifiesta el fundamentalismo, es mucho más antigua, y sus representantes han sido denominados comoIntegristas – Fanáticos – Extremistas – Radicales – Tradicionales, con ligera variación de matices.
El fundamentalismo se caracteriza por ser una reacción defensiva emocional de una minoría para proteger sus privilegios. Esta reacción se da no sólo en el campo religioso. Stiglitz, premio Nobel de economía, considera el Neoliberalismo como un fundamentalismo económico y político. Podríamos hablar también del fundamentalismo de aquellos científicos que sólo consideran verdadero lo que se puede demostrar con la experimentación.
El fundamentalismo religioso se da principalmente en las religiones proféticas, que consideran como revelación divina la palabra inalterable de sus libros sagrados. Sin embargo la confabulación de la religión con la política –que se da en las religiones proféticas y también en las cósmicas y politeístas- lleva frecuentemente a las guerras de religión o al asesinato de líderes como Gandhi a manos de un hinduista.
  • Pluralismo religioso
Las actitudes que han adoptado las religiones –principalmente las reveladas- ante el pluralismo religioso pueden reducirse a tres.
  1. Exclusivismo. Es característico de la religiones del libro, porque lo consideran la única y definitiva revelada por el mismo Dios. En la Iglesia católica llegó a formularse esta exclusividad con la expresión Fuera de la Iglesia no hay salvación
  2. Inclusivismo. Para muchos teólogos –ya en el siglo XX- resultaba inaceptable la contradicción entre el amor infinito de Dios y la inmensa mayoría de la humanidad que quedaría excluida de la salvación. Sólo aludiré aquí a la solución de Karl Rahner, que admitía la salvación de todo hombre de buena voluntad considerándolos incluidos en la Iglesia como Cristianos anónimos
  3. Pluralismo religioso. Un paso más adelante –todavía poco aceptado y con matices- es la aceptación plena del pluralismo religioso. Toda religión es camino de salvación, porque todas son reveladas por Dios. Evidentemente esto implica un concepto más amplio de revelación, como hemos explicado en el capítulo anterior. En esta línea se mueven teólogos como Dupuis y  J M Vigil. Torres Queiruga matiza que este pluralismo es asimétrico, porque la revelación –la comprensión de la manifestación de Dios- es desigual, asimétrica, en cada época y en cada cultura. Dios se manifiesta a todos por igual, pero no todos tenemos la misma capacidad para comprenderlo.
El pluralismo religioso es una realidad histórica y social. Toda religión es un intento de comprender la realidad en su dimensión más profunda, de resolver las preguntas existenciales que no pueden resolver las ciencias o los conocimientos racionales: ¿de dónde venimos? ¿adónde vamos? ¿cómo debemos actuar?
Este intento de comprensión requiere la mediación de las facultades humanas desarrolladas por la cultura de cada pueblo y de cada época; las emocionales (inteligencia emocional), las racionales, las intuitivas y valorativas (inteligencia espiritual). Como las culturas se desarrollan en manera distinta y progresiva en el espacio y en el tiempo, las religiones hacen una interpretación distinta del misterio trascendente. Eso es el pluralismo religioso.
Dios, el Absoluto, el/lo Trascendente, es inabarcable por el pensamiento humano; es como un diamante poliédrico de infinitas caras. Cada religión puede llegar a percibir algunas facetas de Dios, pero inevitablemente le quedarán en sombra otras facetas. El pluralismo religioso es la manifestación del Dios inefable según las posibilidades de las diversas culturas. Abrirse al pluralismo religioso es recoger cuidadosamente todas las piezas del puzzle para tratar de componer nuestra imagen de Dios.
  • Espiritualidad liberadora
Las Teologías de la Liberación han ido surgiendo en el entorno del Concilio Vaticano II, que resaltó la idea de la Iglesia como Pueblo de Dios.
La teología Latinoamericana de la Liberación nació de la realidad social y de su toma de conciencia en el Sínodo de Medellín, con la denuncia de las estructuras de pecado. Gustavo Gutiérrez, su máximo referente, la definió como “Reflexión crítica de la praxis histórica a la luz de la palabra”.
Esta teología parte de la historia de pobreza y dominación de los pueblos latinoamericanos y la considera como lugar teológico –como principio hermenéutico- para comprender el mensaje del evangelio. Jesús anunció la buena noticia (evangelio) a los pobres, y es desde los pobres desde donde puede ser bien entendida.
El análisis social suscitó una dura reacción en el mundo político, y un infundado recelo en el mundo eclesiástico. Monseñor Helder Cámara expresó muy acertadamente esta conjunción del análisis social y del evangelio al comentar “Si doy pan a un pobre me llaman santo, pero si pregunto por qué un pobre no tiene pan me llaman Comunista”.
La Teología de la Liberación es una denuncia profética de las causas estructurales de la pobreza a la luz del mensaje del evangelio. Progresivamente ha ido extendiendo esta denuncia a toda opresión, cultural, étnica, de género, o religiosa.
La espiritualidad liberadora es el alma de esta teología. Las Comunidades Cristianas de Base son su expresión popular más arraigada. Es una vivencia interna que asume la acción liberadora de Dios en el Éxodo, de los Profetas, de Jesús; no porque los pobres u oprimidos sean mejores, sino porque son pobres, indefensos, y excluidos.
El Papa Francisco, meses antes de ser elegido Papa, reivindicaba con estas palabras al sacerdote Rafael Tello, uno de los iniciadores de la Teología de la liberación:
“La historia tiene sus ironías… Vengo a presentar un libro sobre el pensamiento de un hombre que fue separado de esta Facultad de Teología. Cosas de la historia. Esas reparaciones que Dios hace: que la jerarquía, que en su momento creyó conveniente separarlo, hoy diga que su pensamiento es válido. Más aun, fue fundamento del trabajo evangelizador en Argentina. Quiero dar gracias a Dios por eso.”

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