sábado, 18 de enero de 2014

ESTAMOS EN UN VUELO CIEGO: ¿HACIA DONDE VAMOS?

Estamos en un vuelo ciego: ¿hacia dónde vamos?

BoffQuien leyó mis dos artículos anterioresEl funesto imperio mundial de las corporaciones y Una gobernanza global de la peor especie: la de los mercaderes habrá seguramente concluido que en esta nave espacial-Tierra sus pasajeros viajan en condiciones totalmente diferentes. Un pequeño grupo de super-ricos han ocupado la primera clase con un lujo escandaloso; otros afortunados viajan en clase económica y son razonablemente servidos de comida y bebida. El resto de la humanidad, y son millones, viaja junto a los equipaje con un frio de muchos grados bajo cero, medio muertos de hambre, de sed y de desesperación. Golpean las paredes de los de arriba gritando: “o repartimos lo que tenemos en esta única nave espacial o en cierto momento se acabará el combustible y, poco importan las clases, moriremos todos”. ¿Pero quién los escuchará? Duermen impasibles después de un copioso yantar.
Metafóricamente esta es la situación real de la humanidad. Verdaderamente, estamos perdidos y en un vuelo ciego. ¿Cómo hemos llegado a esta situación amenazadora?
Hemos experimentado dos modelos de producción y de utilización de los bienes y servicios naturales para atender las demandas humanas: el socialismo y el capitalismo. Ambos fracasaron. No cabe entrar en detalles de cómo sucedió. El sistema del socialismo real era el de una economía de planificación estatal centralizada. Llegó a niveles razonables de igualdad-equidad en el campo de la educación, la salud, la vivienda, pero por razones internas y externas, especialmente por su carácter dictatorial, no consiguió resolver sus contradicciones y se derrumbó.
El sistema capitalista neoliberal de mercado libre con escaso control del Estado también fracasó por su lógica interna, la de acumular de forma ilimitada bienes materiales sin ninguna otra consideración. Produjo dos injusticias graves: una social hasta el punto de que el 20% de los más ricos controlan el 82,4% de las riquezas de la Tierra y el 20% más pobre debe contentarse solo con el 1,6%; y una injusticia ecológica, devastando ecosistemas enteros y eliminando especies de seres vivos del orden de 70-100 mil por año. Este sistema quebró en 2008, exactamente en el corazón de los países centrales.
El comunismo chino es sui generis: combina pragmáticamente todos los modos de producción, desde el uso de la fuerza física de las personas y los animales, hasta la más alta tecnología, articulando la propiedad estatal con la privada o mixta, de modo que el resultado final sea una mayor producción con un mínimo sentido de justicia social y ecológica.
Pero es importante reconocer que está creciendo el convencimiento bien fundado de que el sistema-Tierra, limitado en bienes y servicios, pequeño y superpoblado, ya no soporta un proyecto de crecimiento ilimitado. Ha perdido las condiciones de reponer lo que le quitamos  y por eso se vuelve cada vez más insostenible. Pero por ser una super-entidad viva, la Tierra reacciona de forma cada vez más violenta: cambios climáticos bruscos, huracanes, tsunamis, deshielo, desertización espantosa, erosión de la biodiversidad y un calentamiento global que no para de aumentar. ¿Cuándo va a parar este proceso? Si continúa ¿a dónde nos va a llevar?
Es urgente que cambiemos de rumbo, es decir, que asumamos nuevos principios y valores, capaces de organizar de forma amigable nuestra relación con la naturaleza y con nuestra Casa Común. El documento más inspirador es seguramente la Carta de la Tierra, nacida de una consulta mundial, que duró ocho años, bajo la inspiración de Mijaíl Gorbachov y aprobada por la UNESCO en 2003. Ella incorpora los datos más seguros de la nueva cosmología, que muestran a la Tierra como un momento de un vasto universo en evolución, viva y dotada de una compleja comunidad de vida. Todos los seres vivos somos portadores del mismo código genético de base, de suerte que todos somos parientes.
Cuatro principios-eje estructuran el documento:
  • (1) el respeto y el cuidado por la comunidad de vida;
  • (2) la integridad ecológica;
  • (3) la justicia social y económica;
  • (4) la democracia, la no-violencia y la paz.
Con severidad advierte: «o formamos una alianza global para cuidar de la Tierra y unos de otros, o arriesgamos nuestra destrucción y la de la comunidad de vida» (preámbulo).
Las palabras finales de la Carta nos llaman a retomar la humanidad: «como nunca antes en la historia, el destino común nos convoca a buscar un  nuevo comienzo. Esto requiere un cambio de mente y de corazón. Requiere un nuevo sentido de interdependencia global y de responsabilidad universal. Sólo así alcanzaremos un modo de vida sostenible a nivel local, regional, nacional y global» (conclusión).
Nótese que no se habla de reformas sino de un nuevo comienzo. Se trata de reinventar la humanidad. Tal propósito demanda una nueva mirada sobre la Tierra (mente), vista como un ente vivo, Gaia, y una nueva relación de cuidado y de amor (corazón), obedeciendo a la lógica universal de la interdependencia de todos con todos y de la responsabilidad colectiva por el futuro común.
Este es el camino a seguir que servirá de carta de navegación para que la nave-Tierra aterrice segura en otro tipo de mundo.
Leonardo Boff participó en la redacción de la Carta de la Tierra.

19 comments to Estamos en un vuelo ciego: ¿hacia dónde vamos?


  • Rodrigo Olvera
    Oscar

    Tan no es de Perogrullo, que George pensó que estabas citando directamente a Liebniz, en vez de estar dando tu opinión personal.

    En cuanto a mí, declino dar mi opinión sobre el asunto; tanto respecto de lo que dijo Liebniz  (que alguna idea tengo de lo que dijo), como de lo que entendió OyG (no tengo idea de lo que haya dicho).  Hace mucho que dejó de interesarme la tertulia sobre la filosofía profesional, especialmente alemana.

    u.s.w? supongo que no es United Steel Workers ¿verdad?

    Saludos
  • pepe blanco
    Aunque pienso que tiene aspectos positivos, la Carta de la Tierra “me huele a incienso” y me suena a “música celestial”. Aunque no la he leído con calma en toda su extensión, ya he visto cosas que me rechinan bastante. Pero supongo que a la mayor parte de los usuarios habituales de Atrio, os gustará mucho. Si finalmente se publica en Atrio, por entregas preparadas por su misterioso equipo auxiliar, y además la publicación me pilla con tiempo y ganas, tal vez pueda echar una mano para conseguir debates fructíferos y entretenidos.
  • George R Porta
    Sí me sirven y te agradezco muy de veras que sacaras tiempo para responderme tan detalladamente. Un abrazo.
  • oscar varela
    Hola Rodrigo!
    Gracias por intentar aclarar lo que para mí es de perogrullo: cada opinión emitida es la del que opina.
    En este caso te podrías agragar a la lista diciendo:
    d) Lo que dijo Rodrigo acerca de lo que entendió que dijo
    a) Leibniz;
    b) Lo que Ortega y Gasset entendió que dijo Leibniz;
    c) Lo que Oscar Varela entendió que Ortega y Gasset entendió que dijo Leibniz.
    u.s.w. – ¿ok?
    ¿Vamos todavía? – Oscar.
  • Rodrigo Olvera
    Oscar
    Creo que vale la pena distinguir entre
    a) Lo que dijo Leibniz;
    b) Lo que Ortega y Gasset entendió que dijo Leibniz;
    c) Lo que Oscar Varela entendió que Ortega y Gasset entendió que dijo Leibniz.

    Verás, el polvo acumulado de las interpretaciones sobrepuestas durante el trascurso de la historia no es exclusivo de los textos evangélicos.

    Saludos
  • oscar varela
    Hola George!

    Por si te sirviera. Estas cositas están enPhilosophische Schriften VI (Escritos filosóficos).
    Yo las tomo de Ortega (compañero inseparable del Gasset).
    …………………

    Para Leibniz, los mundos serían agregados de posibilidades compatibles unas con otras (lo que él llama “com­posibles”).

    (a) Uno de entre ellos contendría mayor cantidadde posibles que otros.

    (b) Mas para ello, tendría además ese mundo que estar organizado con un máximum de orden; de otro modo las realidades se estorbarían, es decir, se imposibili­tarían unas a otras.

    (c) Pero, a su vez, un máximum de orden implica que sea obtenido mediante un máximum de simplicidad en las vías de su ordenación.

    En el orbe de la posibilidad no cabe un más o un menos; que un algo pueda ser más o menos posible que otro. O es posible o es imposible, tertium non datur. Por tanto, ese mundo posi­ble que contiene
    (a) máxima posibilidad,
    (b) máximo orden y
    (c) máxima simplicidad,
    no se diferencia del que contenga menos de esas calidades.

    Pero el mundo existe. Ese es el hecho. Hubo, pues, un poder absoluto que lo dio.

    Pero no da razón de que exista, precisamente, lo que existe y no otra cosa posi­ble.

    Aquel poder absoluto el cual, dice Leibniz, uno vocabulo solet appellari Deus, tuvo que elegir entre los posibles.

    Esto modifica radicalmente la condición ontológica de éstos. Dejan de ser mera y simplemente posibles al ejercerse sobre ellos la operación de elegir, de preferir.

    Aun siendo, igualmente, posibles, dejan de ser iguales, pero en un orden que no es primariamenteontológico.

    Dejan de ser igua­les en un orden estimativo, en el cual hablamos, no de «ser» y «no ser», sino de bueno, malo, mejor, óptimo.

    Nos dice Leibniz:
    «Tan pronto como Dios ha resuelto crear alguna cosa, tiene lugar un combate entre todos los posibles, ya que todos pre­tenden a la existencia.

    Aquellos que juntos producen más realidad, más perfección, más inteligibilidad, triunfan.

    Claro es que todo este combate solo puede ser ideal, es decir, que solo puede consistir en un conflicto de razones en el entendimiento más perfecto, que no puede dejar de comportarse en la forma más perfecta y, por con­siguiente, elegir lo mejor

    Leibniz hace constar que Dios no está necesitado a ello por una necesidad metafísica sino moral.

    Para dar razón del mundo existente hay que recurrir a un prin­cipio ajeno a la lógica, hay que admitir lo que Leibniz llama «el principio de lo mejor o de la conveniencia».

    el ser posible es porque no contiene contradicción,
    el ser existente, el mundo efectivo, es porque esel mejor, porque es óptimo.
    ………………..

    El optimismo de Leibniz no es, pues, una cuestión de humor o de temperamento.
    * No es el optimismo que alguien siente, sino el optimismo que algo es.
    * Representa una dimensión ontológica. Es el optimismo del ser.

    No se trata de que, observando los hechos que componen el mundo, se haga un aforo comparativo de la dosis de bien y de mal que ambos manifiestan a fin de concluir cuál de ambos predomina. Aforo tal es ilusorio.

    Fue un error creer que por consideraciones empíricas se puede llegar a decidir si el mundo es bueno o malo.

    En Leibniz, por el contrario, la optimidad del mundo es previa a la contemplación de su contenido:

    * El mundo no es el mejor porque sea como es,
    sino, viceversa,
    * es como es, fue elegido para existir, porque era el mejor.

    Es, pues, un optimismo a priori. 

    Nuestro mundo, antes de ser el existente, era ya el mejor y por eso llegó a existir.
    ………………………
  • George R Porta
    Oscar: Llevo días buscando la cita de Leibniz que me ofreciste la última vez o quizás era tu explicación. En ingles, lo que tengo a mano, es una frase y un par de párrafos de su Teodicea
     ¿Fuera esa la fuente de aquel texto sobre Dios, el mal y la creación o existe alguna otra fuente mejor entre sus escritos? Ya sé que quizás no puedas ocuparte de esta tontera mía, pero si me señalas por donde seguir, ya buscaré por mi cuenta.
    Un abrazo.
  • George R Porta
    Amigo Oscar: Gracias por la idea y por asumir el trabajo de facilitar el Taller.

    Tampoco soy experto en ecología pero soy terrícola (aunque sea un poco alien-ado) y me preocupa el Planeta que mi generación entregó a la siguiente y ésta de hoy va entregando a los jóvenes y a los niños de nuevas, sucesivas generaciones.

    Fuera muy bueno al menos dejarles la preocupación de corregir descuidos y reparar daños como una prioridad y que al menos sepan que sea crucial amar el Planeta. Un abrazo.
  • oscar varela
    Hola Rodrigo!

    Me preguntas:

    ¿para qué seguir llamándole Teología, por muy profana que se pretenda?
    ………………….

    Buena pregunta!

    Tal vez sea en mí algo que barrunto, y que veo en la trayectoria de mi vida:
    La superación (por reabsorción de lo que fui haciendo y me fue pasando) de esa extraña realidad que venimos nombrando con el vocablo griego TEOS (aunque sea sólo válido para mi occidentalidad).

    Mijaíl Gorbachov no aceptaba los textos que algunos le proponían (contaba Leonardo Boff), entre otras cosas porque nombraban o señalaban alguna especie de TEOS.

    Quedaron todos concorde cuando hallaron la expresión: “el despertar de una nueva reverencia ante la vida”, donde se resalta la actitud de “REVERENCIA”.
     
    Estimo que sobre este Asunto quedan muchas teclas en el teclado para que las vayamos pulsando. Si el Taller sale, tal vez haya ocasión de hacerlo ¿te parece?
     
    ¡Vamos todavía! – Oscar.
  • oscar varela
    Hola amigos!

    Gracias, EQUIPO ATRIO, por hacerse eco del interés de difundir LA CARTA DE LA TIERRA;
    y Gracias a los Compañeros por la acogida a este otro posible Taller, sobre un Texto claro, sencillo y sintético que compendia terroríficos desafíos abofeteando nuestros rostros y un mapeo del terreno minado para poder seguir alentando alguna esperanza.

    Baste, para animarnos, empezar por el final de la Carta de la Tierra.

    Con el objeto de construir una comunidad global sostenible, las naciones del mundo deben renovar su compromiso con las Naciones Unidas, cumplir con sus obligaciones bajo los acuerdos internacionales existentes y apoyar la implementación de los principios de la Carta de la Tierra, por medio de un  instrumento internacional legalmente vinculante sobre medio ambiente y desarrollo.                  
     
    Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida.”        
    …………………..

    ¡Vamos todavía! – Oscar.
  • Rodrigo Olvera
    Oscar, ¿ para qué seguir llamándole Teología, por muy profana que se pretenda?
  • pepe blanco
    Una simple curiosidad de asiduo a estos foros, y por aquello de que siempre es bueno evitar la ambigüedad: ¿dónde está exactamente el “equipo auxiliar de Atrio”? ¿En Santiago de Chile o en Santiago de Compostela? O quizás en algún otro Santiago, pues me parece que hay alguno más.
  • M.Luisa
    Me sumo a la petición, Oscar!
    Y aprovecho aquí mismo para Felicitar en el día de san Antonio Abad a Antonio Duato y  Antonio Vicedo …

    Adelante, pues,  con la “Teología Profana”!
  • mª pilar
    ¡Si Por favor Oscar!
    ¡Tú  puedes hacerlo de maravilla!
    Seguro que junto a Olga, nos presentáis un trabajo excelente, decid que síiiii.
    Abrazos.
    pili
  • Equipo Atrio
    ¡Muy buena idea, Oscar!
    Nos interesaría muchísimo. No sé si ha quedado en papel mojado. Creemos que quiso aprovechar la presidencia en la  ONU de una persona como Miguel d’Escoto, en 2008, para lenazar un compromiso serio de la carta. Deberíamos desempolvarla, ¿no?
    Lo malo es que si tenemos que preparar nosotros el texto y su presentación en diversas entregas, va a tardar. ¿No os ofrecerías, ese querido “equipo auxiliar de ATRIO” que está en Santiago, a hacerlo, aportando documentación complementaria, introducciones y orientación para los comentarios y los compromisos concretos?
    ¡Ánimo y vamos yendo…!
  • Equipo Atrio
    ¡Muy buena idea, Oscar!
    Nos interesaría muchísimo. Creemos que con esa iniciativa se aprovechó al máximo la ocasión de tener presidiendo la ONU a una persona como Miguel d’Escoto en 2008.
    Lo malo es que si tenemos que preparar nosotros el texto y su presentación en diversas entregas, va a tardar. ¿No os ofrecerías, ese querido “equipo auxiliar de ATRIO” que está en Santiago, a hacerlo, aportando documentación complementaria, introducciones y orientación para los comentarios y los compromisos concretos?
    ¡Ánimo y vamos yendo…!
  • oscar varela
    Hola!
    Pienso que LA CARTA DE LA TIERRA es un modo compendioso de hacer lo que yo llamo “Teología Profana
    Entre los “Objetivos” de la Carta, leo:
    · Divulgar la Carta de la Tierra alrededor del mundo como un tratado de los pueblos, promoviendo la conciencia, el compromiso, y la implementación de los valores de la Carta de la Tierra
    ¿Podrá interesar a ATRIO (además de lo que ya viene haciendo) proponer un TALLER con los Textos de LA CARTA DE LA TIERRA?
    No es una Carta larga. Estimo que se podría hacer en 5 o 6 Entregas.

    ¡Vamos todavía! – Oscar.
  • oscar varela
    Hola!
     
    La Carta de la Tierra – Sobre la iniciativa
    Introducción
    Por más de una década, diversos grupos alrededor del mundo se han esforzado por crear una Carta de la Tierra que enuncie principios éticos fundamentales para una vivencia sostenible. Cientos de grupos y miles de personas han estado involucrados en este proceso. Entre éstos se encuentra un gran número de representantes de gobierno y organizaciones no gubernamentales que trabajaron para consolidar la adopción de una Carta de la Tierra durante la Cumbre de Río de 1992. Sin embargo, el momento no fue el adecuado. Por ello, el Consejo de la Tierra y la Cruz Verde Internacional lanzaron una nueva iniciativa de la Carta de la Tierra en 1994.
    En 1997 se formó una Comisión de la Carta de la Tierra con el fin de supervisar el proyecto y la redacción de la Carta. La Secretaría de esta Comisión se encuentra en el Consejo de la Tierra con sede en Costa Rica. Asimismo, en marzo de 1997, dentro de las conclusiones del Foro de Rio+5, celebrado en Río de Janeiro, la Comisión de la Carta de la Tierra emitió el Borrador de Referencia de la Carta. La Comisión también hizo un llamado para continuar con las consultas internacionales sobre el texto de este documento.
    Durante 1997 a 1999 se formaron más de 40 comités nacionales de la Carta de la Tierra y se celebraron numerosas conferencias sobre la misma. Los comentarios y recomendaciones procedentes de todas las regiones del mundo fueron enviados al Consejo de la Tierra y al Comité de Redacción.
    El texto de la Carta de la Tierra, guiado por estas contribuciones al proceso de consulta, ha sido revisado ampliamente. Así, en abril de 1999, la Comisión de la Carta de la Tierra emitió el Borrador de Referencia II. El proceso de consulta continuó durante 1999 para brindar la oportunidad a individuos y grupos de realizar sus contribuciones al proceso de redacción.
    Como resultado de la consulta mundial, la Comisión emitió una versión final de la Carta de la Tierraluego de su reunión en la sed de la UNESCO en Paris, del 12 al 14 de marzo de 2000. La Comisión tiene previsto una revisión de este documento dentro de 2 ó 4 años para considerar posibles cambios.
    Objetivos de la Campaña Internacional de la Carta de la Tierra
    · Promover un diálogo a nivel mundial sobre valores compartidos y la ética global;
    · Divulgar la Carta de la Tierra alrededor del mundo como un tratado de los pueblos, promoviendo la conciencia, el compromiso, y la implementación de los valores de la Carta de la Tierra;
    · Buscar la aprobación de la Carta de la Tierra por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2002.
    Declaración de Interdependencia y Principios para el Desarrollo Sostenible
    La Carta de la Tierra es una declaración de interdependencia y responsabilidad y un llamado urgente a construir una sociedad global para el desarrollo sostenible.
    Los principios de la Carta de la Tierra se encuentran estrechamente interrelacionados. Juntos brindan una concepción sobre el desarrollo sostenible y enuncian las pautas fundamentales para alcanzarlo. Estos principios son extraídos del derecho internacional, la ciencia, la filosofía y la religión, al igual que de recientes cumbres de la ONU y de la interlocución de la Carta de la Tierrainternacional sobre ética global.
    El objeto del desarrollo sostenible es el desarrollo humano íntegro y la protección ecológica. La Carta de la Tierra reconoce que los problemas ambientales, económicos, sociales, culturales, éticos y espirituales, y las aspiraciones de la humanidad, están interconectados.
    El documento afirma la necesidad de desarrollar el pensamiento holístico y la resolución colaboradora e integrada de los problemas. El desarrollo sostenible requiere de tal enfoque, pues se refiere a la libertad, la justicia, la participación y la paz, así como a la protección del medio ambiente y el bienestar económico.

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